jueves, 16 de julio de 2015

Palomares



-5- Arquitectura popular    -5.2- Palomares

Palomares

Según la RAE es el "Lugar donde se crían palomas".

Los palomares abundan especialmente en las llanuras centrales de Castilla y León, sobre todo en las provincias de Palencia y Valladolid, y la zona este de León.


En nuestra provincia, contando los que están en ruinas y los que se conservan de manera más o menos aceptable, hay más de 900, y la mayoría se levantaron en la primera mitad del siglo XX. En la Montaña Palentina no hay palomares.

 Son construcciones fundamentalmente de barro que tienen planta circular, cuadrada, rectangular o irregular, y una pequeña puerta para acceder a su interior. Existen muchos tipos, al ser una construcción popular hecha al gusto de cada cual, por lo que se puede distinguir:

-según si dentro hay  un patio central o no

-según si los nidales se disponen en torno a uno o varios anillos. Estos anillos pueden sujetar la estructura del palomar o construirse solamente para aumentar su capacidad y poner más nidales.

-según si el tejado vierte las aguas hacia el interior del palomar o hacia fuera.

También el tejado puede tener varios niveles, y es bastante habitual que en él se coloquen algunas hileras de ladrillos formando dibujos geométricos, cenefas, o remates parecidos a las almenas de un castillo. En el tejado se abren varias troneras de pequeño tamaño para que entren por ellas las palomas, pero no pájaros más grandes como el milano, las águilas o el cernícalo, depredadores de las palomas. 

Se erigían en medio de las tierras de labor o en eriales que no servían para el cultivo. Tienen unos 6 o 7 m de altura.

Suelen estar orientados de modo que no entren los vientos del norte. Además, han de estar bastante separados de arboledas y cerca del agua (pero no tanto como para que tenga humedades). Algunos tienen los nidales separados del suelo por una buena distancia, para impedir el acceso de los roedores.

En Palencia, aproximadamente la mitad de los palomares tienen planta circular, y la otra mitad son de base cuadrada o rectangular. Sin embargo, en el Cerrato predominan los de planta rectangular.



También era corriente que el palomar ocupase la última planta de la vivienda, utilizándose como tronera o boquizo para la entrada y salida de las aves una de las buhardillas  del tejado.

Aquí vemos el palomar redondo por dentro:










Y por fuera:









Construcción
Los palomares suelen ser de barro (tapial o adobe); este material es un excelente aislante térmico y sonoro. Ha de colocarse sobre una base de piedra (las piedras de abajo, cuanto más gordas, mejor) que lo separe del suelo, para evitar que la humedad lo deteriore. De todas formas, los palomares requieren un mantenimiento, es decir, que de vez en cuando si la lluvia y el tiempo han adelgazado los muros, hay que echar barro otra vez.        
El tejado es de madera, una capa de barro y teja. Se pueden utilizar ladrillos  u otro tipo de cerámica (azulejos…) como elementos decorativos, y se puede revocar el exterior con yeso.


Para hacer los nidales:

-en los palomares de tapial, se hacen una vez terminado el muro, pero mientras está aún fresco. Se marca la forma con una plantilla y se pica un  hueco de aprox. 20 por 20 cm y forma semiesférica (como de olla).

-en los palomares de adobe, se puede hacer o bien de la misma forma, o bien dejando el hueco para las nidales a medida que se va levantando el muro, según se van colocando los adobes. En este último caso los nidales toman formas cuadrangulares o rectangulares, en lugar de semiesféricas.


Utilidades
Usos del palomar:
-carne: fundamentalmente pichones. Era el complemento a una economía de autoabastecimiento.
-palomina, que es un fertilizante fuerte.
-guardar aperos en su interior.
-palomas mensajeras.
-plumón para almohadas o edredones.

Historia
No se sabe con seguridad  cuál es el origen de los palomares castellanos, pero sí  que los romanos ya se dedicaban a la cría de palomas, y que la disposición de los nidales en  los palomares  es muy parecida a la de los nichos de los columbarios donde los romanos enterraban a sus difuntos.

Durante la Edad Media, solo los señores tenían el privilegio de poseer palomares, y tal era la importancia de la cría de palomas que el rey Enrique IV de Castilla  dictó en las Cortes de 1465 una ley para proteger a los palomares. Perseguía a los que iban a cazar alrededor de los palomares, con ballestas, arcos, redes o lazos, y les imponía como castigo: “e hordeno e mando quel quelo contrario fiziere que el mismo fecho pierda la ballesta o rredes (…) e que por cada paloma  pague 60 mrs. (maravedises). La mitad para el duenno de las  dichas palomas e la otra mitad para el juez  que lo executare…”


Palomas
En cuanto a las palomas, hay varias especies: la zurita (colomba oenas), la torcaz (columba palumbus), la bravía (columba livia)… La que poblaba los palomares antiguamente era la zurita, ahora abunda más la bravía. 
La hembra pone dos huevos  cada vez (el período de puesta es en primavera y verano, dejando 45 días entre la primera puesta y la segunda), y los incuban sus padres durante unos 18 días. Nacen con los ojos cerrados y son alimentados con una papilla rejurgitada por sus padres los primeros días, y luego con granos medio digeridos. A los 40 días de nacer, los pichones ya pueden volar, y a los 3 o 4 meses,  pueden criar.
Las palomas ponen de 8 a 10 huevos el primer año, más adelante pueden llegar a 14 o 18 huevos por año. Viven 8 años, pero solo ponen durante los 4 primeros, por lo que hay que retirar las palomas viejas alguna vez. También hay que poner comida en el palomar de octubre a marzo, pues en esa época escasea el alimento, y de no hacerlo abandonarían el palomar.


Villaconancio
Los palomares de Villaconancio están situados en la vega del Maderón, cerca del pueblo. Hay tres en ruinas (2 con el techo caído y el otro en un estado lamentable, prácticamente  ha desaparecido) y  uno en funcionamiento; además quedan vestigios de otro más. Lo bueno de las ruinas es que se puede ver su interior y adivinar el proceso constructivo.

Tienen el tejado inclinado hacia el sur (la parte alta da al norte y la baja al sur).
Uno de ellos tiene un saliente de ladrillo sobre el tajado para proteger las troneras y resguardar a las palomas de los vientos.

Según los "Apuntes del Celestino":

"Había Palomares, uno era de mi Bisabuelo que tenía muchas palomas, cuando lo partieron a mi Abuelo le tocó una parte y el otro a mi tío Vicente, cuando falleció mi Abuelo le tocó a mi tío Nicolás y mi tío se le vendió al tío “Capiras” y el otro a Isacio, esto lo dejaron abandonado no tenían comida las palomas en invierno y se marcharon, ahora deben de estar en la Torre de la Iglesia. Otro que era de la tía Martina, este estaba dividido, uno para mi tío Martín y el otro para el tío Francisco Encinas que eran cuñados, aquí siempre había pocas. Había otro que era del tío Francisco Cabezudo, aquí nunca veías palomas y si veías alguna es que iba de paso."



Palomar 1




Palomar 2 (pegando al arroyo)

















Esto era para atrancar la puertecilla








Palomar 3 (frente a La Obra)




 Palomar 4 (circular, en la carretera de Castrillo): arriba y en vídeo



Palomar 5 (en el Postigo)










Palomar 6 (Postigo)




Restos de un palomar (Postigo)








Palomares de Castrillo:


 Remate de un palomar, en Castrillo






Pichones y su madre:








Fuentes:



 Fuente: Manuel Malmierca Zurdo, Materiales básicos de la unidad didáctica “Introducción a los palomares de Palencia”, Campus virtual, Junta de Castilla y León, Curso on-line “Conocimiento y conservación del medio ambiente”, noviembre y diciembre de 2004, CFIE de Palencia

“El Cerrato palentino”, de Gonzalo Alcalde Crespo  Editorial Cálamo  Palencia, 1997

Diccionario de la RAE

Arquitectura popular en las comarcas de Castilla y León