viernes, 28 de abril de 2017

Abejas y colmenares (III): Las labores en el colmenar

-3- Economía   -3.3- Antiguos oficios        -3.3.3- Colmenero

Abejas y colmenares (III): Las labores en el colmenar


A lo largo del año había que ir haciendo distintas labores en el colmenar. Algunos solo se acordaban de las abejas para catar las colmenas, pero hay que estar atentos para vigilar que todo vaya bien. 

En invierno las abejas permanecen inactivas y sin salir de la colmena. Se revocaba la tapa de las colmenas con barro para impedir la entrada del frío y los ratones, y se colocaban trapos, sacos o mantas viejas sobre ellas.


A finales del invierno, los días soleados, las abejas salían a pecorear de flor en flor.

En mayo o junio se produce la enjambrazón: la colonia crece y una parte de ella (un enjambre, en el que hay una reina) abandona el que era su hogar para fundar otro nuevo.

El primer enjambre de la temporada que sale de la colmena lleva la reina vieja. El resto de enjambres (jabardo, jabardillo…) llevan reinas vírgenes (sin fecundar). Por eso, al comprar un enjambre hay que tener cuidado para que no te endilguen un jabardo.

En el colmenar hay que moverse sin movimientos bruscos, que ponen nerviosas a las abejas. Tampoco les gustan los colores oscuros ni los ruidos fuertes.

La cata es la operación en que se coge la miel.  A veces se hacía en otoño, aunque se solía esperar hasta febrero (en esta época, además, no hay cría). El apicultor echaba humo para ahuyentar a las abejas; entonces se cargan de miel y no pican (no pueden doblar el abdomen). Cortaba los panales con un cuchillo o catadera y los sacaba con ayuda de una pala. Se empleaba una catadera para cortar los panales y una espátula para despegarlos de las paredes. Había que dejar suficientes provisiones a las abejas para que pasaran el invierno. Se cogía la miel que había por detrás de la tranca, que es la cruceta de madera que se colocaba dentro de la colmena u hornillo. Allí fijaban los panales las abejas y la tranca servía para indicar al colmenero qué parte podía coger y qué parte tenía que dejar.

Estas colmenas se ahumaban desde dentro del colmenar, no desde la piquera (las modernas se ahúman por la piquera).

Los panales se rompían y se colocaban en una cesta de mimbre al sol o se dejaban escurrir cerca del fuego para extraer la miel, que caía a un recipiente colocado debajo. Cuando ya no salía más, se mezclaban con agua y se calentaban, sin dejar que la miel hirviese. Después se echaba en una duerna de madera, que tenía un agujero abajo. Al cabo de un rato, la miel quedaba abajo y la cera arriba. Entonces se destapaba.

Con la cera se hacían tortas y se enrollaban alrededor de una cuerda para hacer velas. 

Las colmenas que van encajadas en la fachada del colmenar se hacían con ramas de enebro. Estas se cortaban en finas tiras abriendo las ramas con una navaja, y con ellas se trenzaba un cesto que después solía cubrirse con yeso.
El espacio que quedaba entre las colmenas se rellenaba con piedras pequeñas, mortero o yeso.

Para abrir la piquera se rompía la punta del cesto y por el agujero se metía un palo, extendiendo un poco de yeso por la fachada alrededor de la piquera.
Las cestas tienen una medida de 1 metro de profundo y medio metro de diámetro en su parte más ancha. Luego se van haciendo más estrechas hacia la piquera. La de la foto de abajo mide 100 cm exactos de profundo, y tiene un diámetro máximo de 30x50 cm.

Es cierto que otras colmenas se hacían con adobes, con maderas, o incluso solamente se hacía el hueco con un molde, pero en el Cerrato la mayoría son de enebro.


                                                Típica colmena de enebro  


  

     



Detalle del interior de la colmena (Colmenar de Corcos, junto al camino de Valdelobos)



  



 Colmenas. Se puede comprobar la forma irregular que tienen, algo propio de la arquitectura popular (Colmenar de Corcos, junto al camino de Valdelobos) 



 
Colmenas apiladas en el interior de un colmenar, todavía sin el yeso entre ellas (Colmenar hacia Valverde, Antigüedad)





Colmenas de madera. Es el único colmenar que he visto con este tipo de colmenas, de madera y forma rectangular, con ladrillos intercalados (Colmenar de Población, en Villaconancio)




Hay colmenas hechas con distintos materiales, como esta con un marco de madera, para colocar la tapa. Por dentro es de forma cónica (Colmenar de  La Barbera, Villaconancio)




Tapa de colmena, con asa (Colmenar de Población, Villaconancio)



Colmenas de yeso, hacia la Esgueva


Las tapas de las colmenas suelen ser de piedra, pero las hay de yeso, madera, e incluso de metal:



Tapas de yeso, Antigüedad




Tapa de madera, con asidero (Colmenar de Hontoria, Vertavillo). Quedan restos de cera en el interior.



Tapa de metal (Lo que asoma por debajo es mi pie)



Aperos apícolas



Sobre estas líneas:
-a la izquierda, un escriño, para meter los panales encontrados en el campo y llevarlos al colmenar. Se podía poner aguamiel dentro para que las abejas aceptasen su nueva morada y no se marchasen después de allí.
-abajo, una paleta de madera: servía para coger los panales
-a la derecha, un ahumador primitivo. Es un puchero normal y corriente, pero fue agujereado por debajo. Se prende el combustible  (trapos de pana, cartón, hojas, madera…) en su interior, se sopla por arriba y sale el humo por debajo.



Tapa de un escriño

-velas, palmatorias, candiles…
-cataderas
-traje y careta



Chaqueta de apicultor


Las chaquetas suelen ser de colores claros (blanco o amarillo, pues tranquilizan a las abejas) y protegen al apicultor de las picaduras. Esta chaqueta estaba colgada en el colmenar de Valseco, con combustible para el ahumador en los bolsillos. Valseco es un enclave perteneciente a Torre de Esgueva y próximo al siempre verde valle de Arranca.




Caretas de apicultor

-recipientes para la miel y la cera: tarros, … cubos de metal agujereados
-recipientes para que las abejas beban: platos…



Abejas en la piquera y plato para que beban

-hoces, azadas, paletas de metal (de albañil)
-mechero


Mechero hallado en un colmenar hundido (concretamente, en el colmenar de Valseco, Torre de Esgueva)

-alambre de espino




-escobilla para barrer las abejas. Puede ser de espliego u otras plantas.    




Colmenas móviles

 En la actualidad, ya no se suelen utilizar este tipo de colmenares, sino que se utilizan otro tipo de colmenas artificiales. Hay varios tipos, que llevan el nombre de su inventor: la Dadant, Langstroth… y son todas móviles, esto es, se pueden trasladar.

En su interior se disponen normalmente 10 cuadros móviles, que se pueden sacar. En cada uno de ellos se extiende una lámina de cera en la que las colmenas abren sus celdillas hexagonales.

Estas colmenas son más prácticas, pues se pueden inspeccionar con más facilidad y se pueden tratar las enfermedades de las abejas. También permiten mantener los huevos y larvas separados de la miel, colocando un excluidor de reinas. Al ser la reina de mayor tamaño, no cabe por el agujero y no puede poner huevos donde las obreras están guardando la miel.

Para extraer la miel, se cortan los opérculos (las tapas de cera que cierran las celdillas) y se centrifugan los cuadros.

El ingenio de los apicultores ha ido creando numerosas herramientas: la pinza elevacuadros, el ahumador de fuelle, e incluso una máquina que aparta a las abejas de los cuadros por medio de un chorro de aire.





Colmenas modernas (Castrillo de Onielo)



Colmenar antiguo modernizado (Villaconancio). El colmenar tradicional se ha prolongado de modo que las colmenas móviles quedan resguardadas bajo teja, y además, más protegidas de los cacos.




Colmenar antiguo reconvertido y con colmenas móviles, en Vertavillo. A su alrededor cuelgan de los árboles chapas y objetos brillantes, supongo que para ahuyentar a las aves insectívoras que se alimentan de abejas (abejaruco, golondrinas...).


En la próxima entrada, los colmenares de Villaconancio.



PD: Añado esta herramienta apícola hallada en un colmenar villaconanciero, supongo que sería para cortar o despegar los panales: 




jueves, 6 de abril de 2017

Abejas y colmenares (II): El colmenar cerrateño


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Abejas y colmenares (II): El colmenar cerrateño

El colmenar cerrateño consta de dos partes:

- una pequeña caseta rectangular
- y una cerca de piedra

Algunos, sobre todo los que están alejados del pueblo,  tienen también adosada una pequeña caseta de base cuadrada. Servía de cuadra (a veces tenían un pesebre) y para guardar herramientas.


Caseta aneja (Colmenar de Valseco, Torre de Esgueva)
Esta sala tiene una pequeña ventana y dos puertas. Una de ellas conduce al interior del colmenar y otra al exterior. La que da al exterior parece hecha con un trillo.
La mesa/pesebre de la izquierda está llena de botellas. Por el suelo hay trapos de pana, para el ahumador.


Herradura (Colmenar de Valseco, Torre de Esgueva)
El animal se ataba a una herradura empotrada en la pared. Esto se hacía no solo en los colmenares, sino también en los molinos con los animales que cargaban el grano. 


Vista típica de un colmenar cerrateño (Colmenar de Corcos, en Vertavillo)

UBICACIÓN
Los colmenares se construyen en la falda de los tesos, en la parte baja. A veces están lindando con las tierras de cultivo, otras veces están en llano y en medio de las tierras de labor.

La fachada principal (donde se abren las piqueras) está orientada hacia el sur; mejor dicho, hacia el sudeste. Esto es para que reciba los primeros rayos del sol por la mañana.

Han de estar en un lugar donde abunden las flores de plantas que puedan libar, y a ser posible, que florezcan de forma escalonada a lo largo del año para que no les falte el alimento. Es conveniente también que haya un arroyo o fuente cerca, pues las abejas necesitan beber agua y los vuelos consumen energía.

Los colmenares construidos en las cuestas aprovechan el desnivel del terreno y están como excavados en la ladera.

LA CASETA RECTANGULAR
En la caseta se colocan las colmenas. En el muro que da al corral (el frontal) se empotran una especie de cestas o cuévanos de madera trenzada que tienen forma cónica. En su interior se ponen los panales. Se hacen agujeros en el fondo de las cestas (la piquera) y en ese muro, de manera que las abejas puedan salir al patio a través de él. Las colmenas se extraerán de ahí cuando llegue el momento de catarlas.

Vamos a ver con más detalle la caseta rectangular.

Fachada frontal
La que da al corral. A veces los muros laterales sobresalen del frontal, a modo de “orejas”, para resguardar a las abejas del viento.


Colmenar de Corcos, en Vertavillo, visto de frente



Fachada frontal (Colmenar hacia Valverde, Antigüedad)

Fachada frontal. Se puede ver la mezcla de materiales (Colmenar entre Los Serranos y Villella, cerca del arroyo Fuentehorno, en Antigüedad). Este aún tenía abejas cuando lo visité.


Colmenar de La Barbera (Villaconancio). Se pueden ver las cestas que asoman, todo está en ruinas.


Detalles de las colmenas y las piqueras (Colmenar de La Barbera, Villaconancio). La de arriba tiene hecho el agujero por donde salían las abejas y está tapada con yeso. La de abajo está al descubierto.


Piquera. Se colocaba un trozo de teja  para facilitar la entrada de las abejas (Colmenar de Corcos, Vertavillo) 

Fachada posterior
Es un muro normal y corriente, sin ventanas, más alto que el de la fachada delantera. La fachada posterior y las laterales son siempre de piedra (por lo menos las que yo he visto).


Colmenar de Corcos, en Vertavillo, junto al camino que baja del monte de Valdelobos

Los laterales
En un lateral se suele abrir la puerta que da acceso a la sala donde están las colmenas.

Puerta lateral (Colmenar de Corcos,  junto a Valdelobos, en Vertavillo). Mide 1,4 m de alto; la gente antes era más bajita.


Detalle del dintel de la puerta. A la izquierda se puede apreciar el lugar donde iba el gozne de la puerta (Colmenar tras la ermita de Hontoria, en Vertavillo)


Colmenar de Corcos. En este caso la puerta no se abre en el muro lateral.


El interior
El interior del colmenar es un lugar oscuro, por eso solía haber velas o palmatorias. Se puede estar de pie, aunque el techo es bastante bajo. A diferencia de otras construcciones populares, los colmenares son todos muy parecidos. Vamos a verlos por dentro:




Colmenar de Villella, en Antigüedad, junto a la carretera. Normalmente las colmenas se disponían en 2 hileras. Aquí hay 2 filas de 10 colmenas cada una, aproximadamente.


Colmenar de Valseco, en Torre de Esgueva. Hay latas colgadas del techo boca abajo, con unos plásticos dentro. No sé muy bien para qué se utilizaba eso. Podrían utilizarlas como ahumadores, quizá. En este caso hay 3 filas de colmenas.
Aquí lo vemos por dentro y por fuera:






Colmenar entre Villella y Valverde, en Antigüedad.



Colmenar frente a la ermita de Hontoria, en Vertavillo. Este fue construido con un estilo más moderno, con cemento, y el tejado no es de madera. Tiene 2 filas de 16 y 15 colmenas (lo digo de memoria).


Antiguo llamador. No tiene sentido poner un llamador dentro de un colmenar, se ve que la puerta fue reutilizada.
Dentro de un colmenar arruinado vi un hueco, en el muro trasero, donde el colmenero guardaba las zapatillas. Aún estaban allí, y supongo que allí siguen.

El tejado
El tejado vierte sus aguas sobre el corral. Es bastante precario; se construye de la siguiente forma:

-se meten las vigas de madera por un lado en el muro posterior. Por el otro descansan sobre la fachada delantera.



Detalle de las vigas insertas en el muro trasero: arriba, vista desde dentro, y abajo, vista desde fuera (Colmenar entre Villella y Valverde, Antigüedad)

-se forma una tablazón clavando tablas perpendicularmente a las vigas, de modo que cubran toda la sala.


Tablazón. Al fondo se ven unas tablas desprendidas. Es el agujero por donde tuve que colarme para poder entrar al colmenar. El tejado es lo primero que se deteriora en un colmenar. Cuando se vence, la fachada delantera queda expuesta a las lluvias y se deshace. Los muros laterales y posterior pueden aguantar en pie varias décadas (Colmenar entre Villella y Valverde, Antigüedad)

-se extiende una capa de barro (por lo que he visto, ni siquiera echaban paja) sobre las tablas, y se colocan las tejas.


Detalle del barro (Colmenar entre Villella y Valverde, Antigüedad)


Las tejas se desprenden con facilidad y necesitan reparaciones de vez en cuando (Colmenar de Valseco, Torre de Esgueva)      


Tejado visto desde arriba. Como podemos observar, el muro posterior sobresale por encima del tejado (Colmenar entre Villella y Valverde, Antigüedad)

A veces, el tejado se reforzaba también por dentro con vigas de madera:

Vigas en el interior, dando más estabilidad al tejado (Colmenar de Villella, Antigüedad)

EL CERCADO DE PIEDRA

Frente a las piqueras se abre un pequeño patio o corral, con una entrada desde el exterior (que es un simple hueco en el muro, sin puerta).
En el corral se plantan matas de romero, también era muy frecuente plantar un jerbo o un almendro.


Puerta del corral (Colmenar entre Los Serranos y Villella, cerca del Fuentehorno, en Antigüedad)


Vista de la fachada del colmenar de Corcos, en Vertavillo, desde el corral


En cuanto a las medidas, son muy variables. Sin embargo, ninguno de  los colmenares que he visto alcanza un gran tamaño. A modo de ejemplo:

-en Villaconancio, por el Camino Palencia hay uno que mide 7x7 metros, incluyendo el corral. Es bastante pequeño.


-muy cerca del anterior, en una ladera de pendiente pronunciada, quedan  restos de otro que debió ser muy pequeño. Quedan 2 muros de 3 m de largo cada uno, y parece que no fue mucho mayor.


-el colmenar de La Barbera, en Villaconancio, tiene aproximadamente 2 filas de 18-20 colmenas cada una. Este es de los grandes. No se puede saber exactamente el número de colmenas porque está caído, pero lo he estimado viendo lo que  ocupan las que quedan en pie y la longitud del muro.


-en Corcos (Vertavillo), quedan restos de 2 colmenares y otro más en pie:


El que está en pie (el más cercano a Villaconancio), tiene un corral de 10x10 m aprox. El muro del corral mide 1,05 m de alto y 65 cm de ancho. El muro posterior mide 1,83 m de altura. La fachada frontal de la caseta aneja mide unos 5 m de ancho por 2 de alto, y 3,3 de profundo en su perfil este.

El colmenar que está junto al camino que baja del monte de Valdelobos mide, de perfil, unos 16 m. Su fachada frontal mide unos 9 m de ancho y 1,25 de alto. La fachada posterior alcanza 2,1 m de altura. El grosor del muro, en la puerta, es de unos 80 cm. La caseta aneja mide aproximadamente 3,8x2,5 m. Las colmenas u hornillos miden entre 35 y 50 cm de diámetro en su parte más ancha (sobre todo unos 40 cm), y entre 100 y 120 cm de profundo (más bien tirando hacia 120).